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martes, 21 de julio de 2015

¿Ha pensado usted en hacerse antropólogo?

¿Ha pensado usted en hacerse antropólogo?


Por: Eduardo Iglesias Jiménez. Antropólogo
 (Recomendamos este artículo del El País, 21 Julio 2015. Nos recordará los trabajos de campo que hicimos durante el curso sobre las fiestas de nuestros pueblos)
Hay un claro déficit de antropólogos y la antropología es una profesión muy digna. Estudia las distintas formas de ser, de sentir y de pensar de las personas y los grupos humanos. La cotidianeidad está codificada culturalmente de forma diversa y los antropólogos sociales estudiamos los usos de las formas culturales para descubrir las distintas formas de ser humano... ¿ha pensado usted en hacerse antropólogo?
Los antropólogos venimos de muchos sitios; tenemos diversos oficios.Médicos, abogadosgeógrafoshistoriadores, filósofosmatemáticos,físicos... Bastante antes de Indiana Jones existió un señor llamado Lewis Henry Morgan. Era abogado y político de profesión pero acabó dedicándose a la antropología. Entre otras obras nos dejó "La liga de los iroqueses" (1851). Sus textos, hoy considerados clásicos, fueron utilizados para conocer la cosmovisión de diversos grupos de indios nativos de América del Norte. El interés por estos grupos sociales llevó a investigar otros.
Aunque los antropólogos comamos hormigas y hablemos lenguas muertas puedo asegurarle que también tenemos gente seria entre nuestras filas, por ejemplo, matemáticos y físicos. Sin ir más lejos, Bronislaw Malinoski, que acabó fundando las bases de la elaboración etnográfica mediante el trabajo de campo y es el autor de la archiconocida monografía-fundacional "los argonautas del pacífico occidental" (1922) fue estudiante de filosofía especializado en física y matemáticas.
Franz Boass también estudió física antes de empezar sus trabajos de antropología. Siendo estudiante convivió con los inuit, con los que comprobó que las condiciones ecológicas no eran absolutamente determinantes para el desarrollo de una u otra cultura: la diversidad cultural existía en cualquier grupo social. Precursor del particularismo histórico, fundó ni más ni menos que el departamento de Antropología de la universidad de Columbia en los Estados Unidos. Una de sus mejores alumnas fue Ruth Benedict que escribió "El crisantemo y la espada" (1946); con esa monografía los estadounidenses pudieron conocer mejor a sus vecinos los japoneses. La Dra. Benedict, doctora en filosofía en 1923, fue además compañera de Margaret Mead, la afamada autora de "Adolescencia, sexo y cultura en Samoa" (1928). Gracias a los trabajos de la Dra. Mead podemos hoy cuestionar lo que se consideraba un universal cultural: las etapas evolutivas del crecimiento personal, pues ya sabemos que las categorías en las que clasificamos el desarrollo evolutivo del crecimiento de las personas son construcciones sociales que nos valen para vivir de una forma que reconocemos como nuestra. Piénselo bien; ser antropólogo no está tan mal... podría usted escribir una monografía en el paraíso mientras come frutas tropicales. Si se hace usted antropólogo ¡podrá bañarse en las aguas del mar que quiera! Pero no crea; no todo es cachondeo... Además de escalar montañas, nadar en aguas del pacífico y recorrer bastos desiertos hay entre nuestras filas reconocidos catedráticos: también somos gente seria. Clifford Geertz se doctora en filosofía en Harvard pero pasa a la historia como uno de los máximos representantes de la antropología contemporánea. Eso sí, no si antes traernos la obra "la interpretación de las culturas" (1973), el libro que contiene el magnífico pasaje sobre "la riña de gallos en Bali", utilizado por todos los profesores de antropología para hablar sobre la antropología simbólica. Y sí... estuvo por Bali para escribirlo.
Como ve, hay carrera para todos los gustos. Qué le parece... ¿ha pensado usted en hacerse antropólogo?